lunes, 21 de julio de 2014

Colaborador El Alacràn

Los de PRI ya empezaron
Mientras los demás partidos políticos se muestran desunidos y deslucidos, el PRI hace alarde de fuerza y unidad en reuniones de pasarela donde se presentan diez aspirantes a la gubernatura estatal, según ellos, todos con las mismas posibilidades de sentarse en la silla que actualmente ocupa Mario Anguiano Moreno.
Ante los dos jefes priistas estatales, el Gobernador y el Presidente del PRI, los diez susodichos se mostraron disciplinados, respetuosos y dispuestos a acatar la designación suprema, cuando esta llegue.
Mario Anguiano, lo que no hizo en cinco años de gobierno, agarra la batuta y les dice con voz de mando a los suspirantes que: Se les autoriza trabajar por el puesto que tanto anhelan pero que no descuiden el trabajo ni las obligaciones del puesto que actualmente están desempeñando, que den resultados a la población, que se vea que los priistas si saben trabajar por el pueblo; también les sugirió no darse golpes bajos entre ellos, que la contienda sea limpia, sin trampas.
Anteriormente se había dicho que el PRI seleccionaría a sus candidatos por medio de encuestas, ahora Mario Anguiano dijo que junto con los aspirantes, el partido decidirá el método de selección del candidato, porque el PRI no puede dejar fuera a nadie. O sea que las encuestas siempre no se harán, o van a estudiar el caso para ver si son viables. Aquí ya no le entendimos.
Sea como sea, lo importante de esto es que el partido está más fuerte que nunca. El PRI se puede dar el lujo de exhibir diez candidatos a la gubernatura o al puesto que le pongan enfrente; tienen para dar y repartir, casi todos son gallos jugados (y gallinas). Malos la mayoría, pero gallos al fin, algunos marrulleros y con mucha experiencia en estas lides. Además no sólo son diez, hicieron falta algunos que no alcanzaron a llegar a la reunión, o no fueron invitados, pero que estarán contendiendo porque, como lo dijo el Gobernador, nadie se puede quedar afuera.
No obstante, este cónclave realizado por la cúpula priista estatal, en la que se aparenta una lección de democracia, no es más que una engañosa mascarada cuyos participantes deben aceptar las reglas y acatar, en su momento, la decisión suprema que vendrá muy probablemente desde Los Pinos. El problema puede radicar en que algunos de los involucrados se crea en verdad que están participando en un ejercicio democrático y no acepten la decisión de arriba; ante las primeras sospechas de que las cosas vayan caminando chueco comenzarían entonces los codazos, los piquetes a los ojos y las zancadillas. Porque ahí donde se ven, tan modositos y disciplinados, la lucha por el hueso gubernamental será sin dar cuartel y todos se sienten capaces para disputar el premio gordo que está en juego. Por eso, si el asunto fuera derecho, todos serían merecedores de tal premio, por algo están expuestos ante los reflectores, porque hasta el más molacho mastica tuercas.
Los del PAN ´por su parte acaban de despertar y andan amodorrados todavía, mejor dicho los despertó el TEPJF (Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación), pues le está exigiendo que a la voz de ya emitan la convocatoria para elegir a su dirigente. Apenas fijaron la fecha para sus elecciones internas y será para el próximo 27 de este mes. La elección de su candidato será posterior a la elección de su líder. Mientras eso pasa, el blanquiazul está sumido en una total desorganización. Peleándose entre ellos serán incapaces de darle la batalla al tricolor. Carecen de estrategia, se ven apáticos, apagados, no tienen cuadros para enfrentar la contienda que se avecina, no hay liderazgo, no hay un gallo que cante más fuerte que los demás, todos están tirados a la bartola. Es tiempo de ponerse las pilas, de lo contrario les van a comer el mandado. Ya de por sí aquí en Colima, para la elección de gobernador, nunca han podido dar la batalla, y así como están ahorita de seguro que se la lleva el PRI una vez más. Del PRD ni hablar, la MORENA les quitará votos en todo el país.

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